"No debería ser necesario presenciar acontecimientos 'extraordinarios' ni asistir a espectáculos espléndidos para sentir admiración. Lo admirable reside igualmente en lo que nos rodea en nuestra vida cotidiana. Codearse con lo pequeño y asombrarse de lo sencillo, es señal de la mayor clarividencia. Mas para eso hace falta cultivar la atención."