En mi casa se quejan mucho de que ahora los tapones de los bricks y botellas queden enganchados al cuerpo del envase, lo cual es una medida que en principio pretende favorecer su reciclado. De hecho, muchas veces simplemente lo arrancan. No pude evitar pensar: si un cambio tan minúsculo (que no requiere más que una diminuta cantidad extra de atención cuando vas a verter la leche) irrita y molesta tanto a tantas personas... ¿Cómo imaginar implementar cambios mucho más contundentes en el estilo de vida para frenar el cambio climático y el destrozo del medioambiente?
(Por otra parte, he de decir, a mí los tapones enganchados no me han supuesto ningún problema, no me hacen derramar ni salpicar el contenido del envase. No sé si personas con dificultades de movilidad se verán más impedidas, pero... las personas que no tienen dificultad alguna... ¿Qué excusa hay?).
@JanaDelBosco yo los odio porque si quieres beber de la botella te arañan la cara, y personalmente ya tiraba las botellas con el tapón puesto, no sé qué porcentaje de mejora podrá suponer esto