En mitad de 1 guerra cultural incidiendo en nuestro cotidiano global
testigos de cómo se ha banalizado la política por una lucha de egos, popularidad, boicot, noticias falsas y más circo.
Lo peor es q toda esa viralidad normaliza una deshumanización donde el respeto por la otra persona, escucharla o debatir no es posible. La propia polarización y división nos tiene desgastadas las alianzas por puro agotamiento…
No comas odio: porque lo escupes!