Las redes sociales nos vendieron una utopía 
Nos hicieron creer que las redes eran un espacio donde todos teníamos las mismas oportunidades. Que con esfuerzo, creatividad y pasión podríamos llegar lejos, sin importar de dónde venimos o los recursos con los que contamos. Pero la realidad es muy diferente. Las plataformas están diseñadas para premiar a quienes tienen dinero
, a quienes pueden invertir en publicidad o ya tienen una audiencia establecida. Mientras tanto, los que estamos comenzando, o los que no tenemos los medios, nos enfrentamos a algoritmos que simplemente no nos dan visibilidad.
Nos han vendido una idea de igualdad que, si bien suena ideal, es solo una utopía.
La verdad es que, aunque todos tengamos algo valioso que ofrecer, no todos tenemos las mismas oportunidades para ser vistos y reconocidos. Es como si las reglas del juego estuvieran a favor de unos pocos, y los demás, aunque hagamos el mismo esfuerzo, seguimos atrapados en un ciclo donde parece que nunca llegamos a la meta. 
Ah, y además, se ha confundido la necesidad de ser visto con algo «narcisista». 
Es ilógico pensar que querer ser reconocido por lo que haces es un rasgo de narcisismo. Un escritor quiere ser leído, un fotógrafo quiere que su arte sea visto, un pintor busca que su obra sea apreciada. Cada creador, en cualquier campo, desea que su trabajo tenga visibilidad. Sin embargo, hoy en día se ha asociado esa necesidad natural de compartir el talento con la frivolidad y el ego de un narcisista. Pero no es lo mismo querer ser visto por lo que haces, que querer ser el centro de atención por el simple hecho de existir. 
Despertar a esta realidad es difícil, porque te das cuenta de que el sistema no está diseñado para que todos tengamos las mismas oportunidades. Pero lo importante es no rendirse. La lucha por ser visto y por tener éxito no siempre es justa, pero tu esfuerzo no pierde valor. Si tu contenido es auténtico y está lleno de pasión, no dejes que los obstáculos te frenen. La visibilidad llegará a su tiempo, aunque sea un camino más largo. ¡Sigue creando, sigue luchando y nunca pierdas de vista por qué comenzaste! 
